Las paredes de nuestra casa necesitan cada cierto tiempo que se les aplique una capa de pintura. Si llegado este punto no sabemos qué tipo de pintura es la más adecuada y cuáles son las herramientas –cubetas, rodillos y brochas- que nos pueden facilitar en mayor medida el pintar nuestra casa, en este artículo encontraréis algunos consejos y recomendaciones para que podáis realizar un buen trabajo reduciendo el esfuerzo.
Ciertamente la tarea de pintar una casa es costosa pero el ahorro que supone el pintarla nosotros mismos es notorio. Un pintor profesional suele cobrar de media unos ciento veinte euros por pintar una habitación de unos doce metros cuadrados.
Utilizar pinturas monocapa
Es la solución ideal ya que gastaremos menos pintura, tardaremos menos en pintar y ahorraremos dinero. No obstante conviene saber que no todas las pinturas monocapa realmente lo son. Teóricamente este tipo de pinturas solo requieren que se dé una capa para terminar el trabajo.
Nuestro consejo es utilizar pinturas vinílicas o acrílicas con base de agua. Estos tipos de pintura se aplican fácilmente, pueden lavarse, se repintan sin problemas, se secan con rapidez y no emanan tantos vapores como otros tipos de pintura.
Otra recomendación importante es pintar sobre una superficie limpia, por eso es necesario tapar agujeros y grieta con pasta al efecto, lijar los posibles desconchones y terminar limpiando la pared con agua y jabón. Una vez seca la pared podremos empezar a pintar (en algunos casos, si así lo indica el fabricante, puede ser recomendable aplicar una imprimación).
Si necesitáramos aplicar más de una capa, deberemos esperar un día entre la aplicación de una y otra.
Empezar a pintar
Al abrir el bote de pintura deberemos mezclar adecuadamente su contenido y verterlo en una cubeta -que debe tener las medidas adecuadas según sea el rodillo que vamos a utilizar-. Es recomendable que dichas cubetas incorporen una rejilla para escurrir de forma más sencilla y eficiente la pintura sobrante.
Se deben pintar primero los remates y rincones y luego el resto de la pared. Empezaremos, si somos diestros, por la esquina superior derecha e iremos cubriendo tramos de unos cincuenta o sesenta centímetros hacia abajo y hacia la izquierda.
Cuando pintemos una habitación esta debe tener una ventilación adecuada, y no solo mientras estemos pintando, ya que la pintura continúa emitiendo vapores a pesar de que este seca.
Tipos de rodillos para pintar
Rodillos de poliamida. Son rodillos de fibra con funcionalidad antigoteo. Los de longitud media o corta son los más comunes. Para su correcto funcionamiento no deben salpicar cuando estemos trabajando con ellos.
Rodillos de lana. Son específicos para paredes rugosas o con gotelé y pintura al agua.
Rodillos para texturas. Están fabricados con material plástico y se utilizan para crear efectos decorativos variados.
Rodillos para esquinas. Suelen ser de espuma y tienen forma angular adaptada a rincones y esquinas.
Rodillos extensibles. Son rodillos que incorporan un mango telescópico. Hay mangos de diferentes longitudes y el objetivo es permitir pintar con mayor facilidad las zonas más cercanas al techo.
Nuestra recomendación a la hora de pintar nuestra casa es utilizar rodillos de poliamida de fibra media de unos 10 mm. de longitud, son los ideales para pintar paredes lisas. Si nuestras paredes son rugosas o con gotelé lo recomendable es utilizar rodillos de fibra tipo lana o de lana natural de hasta 25 mm.
Para terminar, si alguno de vosotros ya tiene la experiencia de haber pintado su casa y tiene algún consejo adicional, le emplazo a que lo mencione en los comentarios. Y ahora coged el rodillo, el bote de pintura y a pintar.
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