Las casas prefabricadas se están convirtiendo en una alternativa real a la vivienda tradicional de ladrillos y cemento dado el alto precio que éstas últimas han alcanzado en las últimas décadas, y a la poca disponibilidad económica de muchas familias para aspirar a comprar una vivienda tradicional. Una vivienda prefabricada es mucho más barata que una tradicional, y en este tipo de asuntos, el dinero suele ser clave para tomar una decisión. Entonces, ¿por qué no están tan extendidas este tipo de construcciones? En este artículo intentaremos dar una respuesta a este dilema.
Las viviendas prefabricadas en España y el resto del mundo
Las casas modulares surgieron en Estados Unidos a mediados del siglo pasado con la intención de crear híbridos entre las caravanas rodantes y las casas tradicionales, para que las familias que tuvieran que moverse de un sitio para otro en cortos periodos de tiempo pudieran vivir en una casa propiamente dicha y no en un pequeño remolque, con la facilidad de poder mover la vivienda allá donde quisieran. Aquellas casas móviles fueron evolucionando hasta lo que hoy conocemos como casas prefabricadas, mucho más consistentes y duraderas que en la mayoría de los casos ya han perdido la capacidad de ser movidas para convertirse simplemente en viviendas alternativas ancladas en ciertas parcelas.
Las casas prefabricadas se extendieron por todo Estados Unidos y Canadá en la última mitad del siglo XX, y también llegaron a ser muy populares en Francia, Inglaterra, Israel y otros países, aunque España todavía no es uno de ellos. Este tipo de viviendas pueden ser igual de funcionales y duraderas que una casa tradicional, siempre que sus materiales y la construcción de la misma hayan sido de calidad. Aun así, el ahorro en materiales más caros y pesados, y en mano de obra, consiguen que una casa prefabricada sea mucho más barata que una vivienda tradicional. Se han dado casos de casas prefabricadas que han costado algo menos que una vivienda tradicional, siendo el doble de grandes que esta última.
Principal ventaja de las casas prefabricadas: el Precio
El precio de una casa prefabricada puede variar muchísimo, según los materiales, los acabados y las dimensiones que escojamos para la casa. Una pequeña casa para dos personas puede rondar los 20.000-30.000 euros, para que os hagáis una idea el mismo precio que un coche normal. Según vayamos aumentando las dimensiones de la casa y la calidad de los materiales, evidentemente el precio también subirá.
Aun así, podemos encontrar casas de más de 100 metros cuadrados por menos de 50.000 euros. Y las que sobrepasan los 100.000 euros suelen ser casas de una calidad impresionante, con dos plantas y con más de 250 metros cuadrados. Es imposible encontrar una vivienda tradicional por ese precio y de esas características. Normalmente, el precio suelen ser entre un 30 y un 50% más bajo que el de las casas tradicionales.
Otra ventaja suele ser la calidad de los materiales, que suelen ser madera o PVC, pero siempre van protegidos por láminas o pinturas especiales que aseguran su mantenimiento frente a la corrosión de las fachadas en las viviendas particulares. Este tipo de materiales es mucho más resistente a climas extremos, tanto frente al frío como el calor, lluvia e incluso nevadas. A la vez estos materiales son aislantes térmicos y acústicos, por lo que a la larga el gasto en calefacción o aire acondicionado, por ejemplo, se verá disminuido, ya que la temperatura en la casa suele ser bastante agradable en cualquier época del año.
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