Las comunidades de más de cuatro vecinos están obligadas a contar con un administrador. El cargo puede recaer sobre uno de los vecinos o sobre un profesional, en este caso la ley le exige estar debidamente cualificado y legalmente reconocido para poder ejercer como administrador de una comunidad de vecinos. La definición es imprecisa y dentro de la misma no sólo caben los administradores de fincas colegiados, sino también otros profesionales como economistas y abogados.
Desde este blog os queremos dar algunos consejos a la hora de seleccionar un buen administrador para vuestra comunidad de propietarios o comunidad de vecinos.
La ley establece que el administrador debe velar por el buen estado de las instalaciones y la buena marcha de las cuestiones comunitarias, así como de elaborar el plan de ingresos y gastos (llevar la contabilidad de la comunidad de vecinos), gestionar el seguro comunitario, ocuparse de la intermediación con los distintos proveedores de la comunidad de propietarios, encargarse de la ejecución y el pago de las obras acordadas por lo propietarios, y ocuparse de las pequeñas reparaciones ordinarias de la comunidad.
Conviene mencionar también que en una comunidad de propietarios son muchos los vecinos que desconocen qué parte de la cuota se destina al administrador y cuánto cobra por sus servicios al cabo del año. Lo cierto es que los honorarios de los administradores son libres y que varían en función del tamaño de la comunidad. Una estimación de lo que suelen cobrar los administradores de una comunidad de propietarios por término medio viene a ser: 900 euros anuales para comunidades con un máximo de 10 vecinos y 7.000 euros anuales para comunidades con más de 50 vecinos.
Consejos para elegir un buen administrador para nuestra comunidad de propietarios
Estos son algunos de los consejos que debemos seguir a la hora de contratar o prescindir del administrador de nuestra comunidad de vecinos:
- Antes de contratar un administrador profesional hay que valorar cuidadosamente cuál es el paquete de servicios que ofrece y lo que cobra aparte por extras como, por ejemplo, la celebración de más de una junta extraordinaria al año, la expedición de certificados, etcétera. En el contrato que la comunidad de propietarios firmará con el administrador deben quedar claramente especificados todos estos términos.
- Si la comunidad de vecinos decide cambiar de administrador hay que asegurarse de que toda la documentación de la comunidad queda en manos de quien releve en el cargo al antiguo administrador o, en su caso, en manos de la junta de vecinos.
- Prescindir de un administrador profesional antes de que termine su contrato (normalmente anual), puede suponer un importante coste para la comunidad de propietarios si el administrador reclama a los vecinos una indemnización por daños y perjuicios, a menos que la comunidad esgrima una causa justa y documentada. Si el único problema es que no hay buen "feeling" entre la comunidad y el administrador, lo mejor es esperar a que el contrato expire.
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